martes, 18 de mayo de 2010

El hombre que se comió al sol.


Era una tarde asoleada, el se paseaba por la selva tranquilamente, acababa de bañarse en el rio, y pensaba “que extraño es bañarse en un rio en estos tiempos” y efectivamente, no eran los tiempos para bañarse en el rio, eran épocas de prisa, épocas de acción, épocas donde toda la gente tiene siempre algo que hacer y se dirige a hacerlo.
Después de un esquicito baño en ese rio tan fresco, se recostó en la yerba tan cómoda, tan fresca y tan inmejorable después de un chapuzón en el rio. El sol, abrasador, digno de julio el mes más caluroso pero también el mes más hermoso.
Al ver el sol un pensamiento paso por su mente “¿Qué tal si alguien se comiera la luz que pasaría?” El principio la risa precipitada por tan disparatado pensamiento, después la calma y el clásico “pero ¿y si si?”.
Abrió la boca, la dirigió al sol, imagino la luz entrar en su boca y la cerro para comerla “¡Ja! Como si pudiera pasar” Al abrir los ojos no alcanzo a ver nada, pero a su vez no vio obscuridad, solo fue como tener dos nucas, una adelante y otra atrás.
¡Qué raro! –Pensó para sí y efectivamente lo era, no era una obscuridad o ceguera, ni siquiera la propia falta de percepción, era solamente que no había luz.
¿Qué será de los valientes caballeros en busca de sus princesas en esta época de mal abundante? ¿Qué será de aquellos estudiosos que usan su vista para adquirir el conocimiento? ¿Qué será de los que atravesaban un momento difícil? Si ya no había luz, el se la comió.
La culpa, la incredulidad, la posibilidad, la aceptación, la negociación, la negación y por último la típica resignación, un mundo sin luz, no era un mundo ciego era un mundo de probabilidades y bueno el había tenido un almuerzo único en el mundo.

domingo, 9 de mayo de 2010

Y, ahora?


Nunca sentí tanto miedo al caminar,
Nunca tanto coraje nació en mí,
Y es que no te das cuenta, ni siquiera.

Ya no se cual es el dragón y cual la princesa,
Y ahora ya ni sé si me importa.

Queda demostrado que las cosas más inesperadas,
Pueden pasara como cualquier cosa, sin que lo esperes,
Sin siquiera concebirlo.

Y ahora se demuestra que pueden pasar 2 veces,
Y no por eso son menos inesperadas.

Tantos sentimientos de golpe,
Tantos miedos hechos realidad en medio segundo,
Ya ni sé que pensar,
No es porque se hagan las cosas.

Si tan solo te dieras cuenta,
Si eres libre, si es tu forma de usar la libertad,
No es problema, desde el principio sabia,
Perdería un brazo o dos.

No es problema, el problema es no saber cuándo me los quitaras.

Aun no sé ni ponerle nombre a mis sentimientos,
Solo me sé decir...

Felices 14 meses a mí...